Fallece Don Juan S. Vizcaíno cronista emérito de Zapotlán

• Después de un mes de estar convaleciente ,el primer cronista de Zapotlán el Grande (hoy Ciudad Guzmán) falleció a la edad de 96 años por pulmonía

• Juan Soto Vizcaíno nació en Tapalpa, Jalisco el 27 de junio de 1917 y falleció el 30 de enero del 2014 en Ciudad Guzmán.

Por La Otra Crónica de Zapotlán
Ciudad Guzmán a 31 de enero del 2014
La mañana de este viernes 30 de enero se rindió homenaje en el patio central de Palacio Municipal de Zapotlán el Grande, Jalisco a quien en vida fuera el primer cronista de la ciudad, Don Juan Soto Vizcaíno, y que dejó de existir el jueves 30 del presente mes. Reconocido con los nombramientos de hijo preclaro y cronista emérito de Ciudad Guzmán, Juan S. Vizcaíno falleció a la edad de 96 años de una pulmonía en su ésta ciudad que lo adoptó hace más de 50 años.

Sus amigos con quienes compartió largos ratos de charla sobre historia o cualquier tema de relevancia acudieron a hacerle guardia durante su el homenaje a Don Juan S. Vizcaíno. En imagen Héctor Olivares y Eduardo Etchar Mendoza.

Don Juan fue un hombre de historia, amante de los paisajes naturales que rodean a Zapotlán el Grande, cuna de personajes como José Clemente Orozco y Juan José Arreola, fue un observador del volcán “El Colima” durante cincuenta años, además como empírico de la historia, como lo llamaban muchos, logró rescatar archivos de la historia municipal y que en el año de 1977 siendo presidenta María Elena Larios González le ofrecen el puesto de Cronista de la ciudad.

Desde ese 1977 fue cronista de la ciudad durante 25 años, siempre manteniendo en orden los documentos que una vez vio arrumbados y en deterioro.
“Cuando ya me entregó el nombramiento provisional, me indicó que mi tarea principal en este trabajo era rescatar el Archivo Municipal del abandono que criminal, unos más, otros menos, pero todos los H. Ayuntamientos, lo veían con indiferencia” menciona en su autobiografía titulada “Y todavía soy” publicada en agosto del 2009.
Algunas de las obras que Don Juan Soto Vizcaíno dejó para el legado de los zapotlenses y las comunidades aledañas a esta población son; Crónicas del Volcán El Colima (1989), Editó para la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística en el Sur de Jalisco, de la que fue miembro, algunos de sus boletines, además hizo la publicación del libro “La barca de Zapotlán y sus pilotos” en donde realizó una investigación histórica acer5ca de los presidentes que han pasado por Zapotlán el Grande.
Cuenta con una publicación de más de noventa obras que comenzó a escribir a los sesenta años de edad, de acuerdo a los datos proporcionados de quienes más lo conocían.
De esta manera se ha ido un personaje conocido por su empirismo de observador y recolector de la historia, además recordado por su manera tan ligera de expresarse y sin tapujos hacía lo que veía bien y lo que veía mal. Ahora su legado quedará en el Archivo Histórico Municipal de Zapotlán el Grande y en sus obras.
Además del legado histórico que dejó, también fue editor y fundador de una publicación semanal llamado “La Escoba” que aunque, como todo lo demás, lo hizo de manera empírica, como su razonamiento le diera a entender, puesto que sin serlo se adentró en el mundo del periodismo, de la historia, de la crónica, que a pesar de no haber estudiado siempre se le considero bueno en lo que escribía.
Los restos de Don Juan Soto vizcaíno fueron cremados a petición de la familia. Aunque no se conoce a nivel internacional como Juan Gelman o José Emilio Pacheco, en el ámbito regional Juan S. Vizcaíno fue querido por quienes lo conocieron y además dejó un legado claro para las futuras generaciones interesadas en la historia de Zapotlán y sus alrededores.

Parte del cuerpo edilicio del ayuntamiento de Zapotlán estuvieron presentes en el homenaje al primer cronista de la ciudad.