CARTA ABIERTA DIRIGIDA A UN IGNORANTE

Donald Trump es tu nombre,  por razones que ignoro e ignoraré por lo turbio de las elecciones te toca dirigir el destino político y económico de tu país y obviamente del mundo que está atrapado por la economía de la moneda que tu familia en tres generaciones ha ambicionado,  el dólar. Esto no se puede componer por los intereses de países e individuos que siguen el juego morboso de la economía actual.

Lo que si te puedo sostener es que tu riqueza económica no te ha dado los fundamentos históricos para hablar bien, con coherencia y con sustento. No puedes llamar de forma peyorativa a los mexicanos como traidores o aprovechados de los Estados Unidos. Porque entonces demuestras que no sabes el tremendo atropello, vejación y robo que los norteamericanos ejecutaron con nuestro país.

Me duele saber que vives en Texas y ni siquiera recapacitas que ese extenso territorio y los estados anexos fueron dos millones de kilómetros que nos arrebataron, nos condicionaron con un arreglo que de manera cínica le llaman «Tratado de paz, amistad y límites» o de «Guadalupe Hidalgo» (por cierto no se firmó en ese lugar) dando como indemnización 15 millones de dólares que por cierto lo dieron en tres abonos anuales, 1848, 1849 y 1850 (Lo que demuestra su mala intención). Obvio ello no pagó en nada el daño económico y menos el  moral por esa conflagración.

Lee lo que dice en sus memorias el presidente Zacarías Taylor uno de los combatientes de tu país que intervino en las batallas de lo que ahora colinda con Texas, la orilla del río Bravo hasta Monterrey. Mexicanos de este tiempo como Antonio López de Santa Anna que era de una calaña parecida a la tuya se vendió en su prestigio militar y político a ustedes y es en gran parte y la razón del porqué del fracaso de no poder repeler la agresión más fuerte en América y en el mundo en el siglo XIX.

No puedo entrar en detalles pero para ello paga a tus asesores de la valía del historiador Henry Kissinger o de otros de las universidades de prestigio, emplea bien tu dinero.

Te daré otros nefastos datos: en  los Tratados de Bucareli que se firmaron en el primer tercio del siglo XX y que ustedes orquestaron, al grado de que es por ello por lo que no podemos tener un motor de automóvil mexicano, ni ningún otro transporte (ferrocarril, tráiler, camión, avión, cohete). ¿Qué explicación darías? O cuando menos qué argumento.

No te aproveches de la ingenuidad del mexicano y de la falta de oportunidad para educarse, no seas tan descaradamente agresivo y retrógrado. Y por si lo anterior no quedas satisfecho qué opinas de la triquiñuela con la que ustedes envolvieron  a Lázaro Cárdenas en 1938 y se les tuvo que pagar el petróleo por 50 años a las compañías extranjeras en su mayoría norteamericanas, argumentando que esas cantidades son las que iban a extraer.

Independientemente que no lo dejan HASTA EL DÍA DE HOY procesar en México para que se convierta en gasolina (recordar que por el capricho de ustedes todavía los automóviles son de motor de combustión) o en cualquier otro tipo de derivado. Puedes con tu dinero seguir comprando  políticos de tu país, de México o del gobierno que quieras, pero por favor edúcate, lee, instrúyete para que hables como lo que quisiste ser porque al oírte hablar recuerdo al burro que ustedes nos han impuesto en sus películas.

Ya no navegues en tu mundo de oropel que no sirve para gobernar, recuerda siempre a un hombre culto de nuestra literatura Carlos Fuentes, el cual escribió que: “ningún político es confiable”. Qué no hubiera dicho ya de ti si viviera.  Pues para mí  eres el máximo exponente de la ignorancia, la desfachatez, la futilidad, el boato. Mientras te pintan el pelo ponte a leer, aunque sé que ya no tienes edad para aprender pero “in God we trust”. Por el bien del mundo ojalá se haga el milagro.

ATTE. Eduardo Mendoza

Nota: Eduardo Mendoza es historiador graduado en la Universidad Nacional Autónoma de México y actualmente se desempeña como académico en la Universidad de Guadalajara.